Oct. 27, 2025
La obra “All Saints II” del pintor Vasili Kandinski (1911) nos abre la ventana al despierto eclesiástico. Entre el caos y la renovación, la salvación nos acoge. El desorden, en su actualidad, es una escalera hacia la transcendencia, destacándonos la importancia de lo oculto en encontrar el sosiego.
La obra, al primer vista, es un caos en forma de pinceladas. Anaranjados rabiosos, azules sombríos y verdes tenues cobran el lienzo como si fuera una manta de seguridad. A la derecha del imagen, las figuras divinas nos muestran su majestad. Asimismo, las figuras ocultas en la obra, cuyos rostros ocultos subrayan un futuro poco conocido, nos inspiran con su fe. Luz y sombra a la vez, los dos lados vislumbran una lucha entre las fuerzas bélicas y las pacíficas.
A través de la guerra interna del lienzo, alcanzamos una resolución-la transcendencia es tanto el destino como el camino. De lo que huyamos, de lo que tememos, de lo que ocultamos, estamos encontrados en la obra. ¿Cómo se puede hallar la tranquilidad entre las oleadas de una incertidumbre que grita en el silencio? La respuesta se encuentra en la pregunta: seremos náufragos atormentado por nuestra propia sombra hasta que aterricemos en una orilla con una canción más placentera. Por lo tanto, los espíritus no son meros espíritus sino ángeles guardians por el viaje que acabamos embarcar. Lo viejo, lo nuevo, lo perdido es nuestro pasado, presente y futuro.
Por este fin, tenemos un comienzo, un medio y un fin, una historia contada por los visuales provocantes de la obra. El caos es familiar, un reposo en el recinto del olvido. Sumergirse es hundirse en la obra, un bautismo tanto para los ojos como el alma, permitiéndose a transcender lo concreto, lo literal, lo obvio por lo no dicho. Y en el lecho de lo no dicho, las formas indistintas empiezan a descifrarnos el mensaje principal de la obra: la cura se encuentra en la locura y en el caos, yace una calma inigualable para aquellos que se atrevan a enterrarse con ella.
Obra 🎨
La obra “All Saints II” del pintor Vasili Kandinski (1911) nos abre la ventana al despiertoar eclesiástico.
Entre el caos y la renovación, la salvación nos acoge.
El desorden, en su acturealidad, es una escalera hacia la transcendencia, destacándonos la importancia de lo oculto en encontrar el sosiego.
La obra, al primera vista, es un caos en forma de pinceladas.
Anaranjados rabiosos, azules sombríos y verdes tenues coubraen el lienzo como si fuera una manta de seguridad.
A la derecha del la imagen, las figuras divinas nos muestran su majestad.
Asimismo, las figuras ocultas en la obra, cuyos rostros ocultos subrayan un futuro poco conocido, nos inspiran con su fe.
Luz y sombra a la vez, los dos lados vislumbran una lucha entre las fuerzas bélicas y las pacíficas.
A través de la guerra interna del lienzo, alcanzamos una resolución-la transcendencia es tanto el destino como el camino.
De lo que huyamos, de lo que tememos, de lo que ocultamos, estamos encontrados en la obra.
¿Cómo se puede hallar la tranquilidad entre las oleadas de una incertidumbre que grita en el silencio?
La respuesta se encuentra en la pregunta: seremos náufragos atormentados por nuestra propia sombra hasta que aterricemos en una orilla con una canción más placentera.
Por lo tanto, los espíritus no son meros espíritus sino ángeles guardianes por el viaje en el que nos acabamos de embarcar.
Lo viejo, lo nuevo, lo perdido es nuestro pasado, presente y futuro.
Por este fin, tenemos un comienzo, un medio y un fin, una historia contada por los visuales provocantes de la obra.
El caos es familiar, un reposo en el recinto del olvido.
Sumergirse es hundirse en la obra, un bautismo tanto para los ojos como el alma, permitiéndose a transcender lo concreto, lo literal, lo obvio por lo no dicho.
Y en el lecho de lo no dicho, las formas indistintas empiezan a descifrarnos el mensaje principal de la obra: la cura se encuentra en la locura y en el caos, yace una calma inigualable para aquellos que se atrevan a enterrarse con ella.
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La obra “All Saints II” del pintor Vasili Kandinski (1911) nos abre la ventana al despierto eclesiástico. La obra “All Saints II” del pintor Vasili Kandinski (1911) nos abre la ventana al desp |
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El desorden, en su actualidad, es una escalera hacia la transcendencia, destacándonos la importancia de lo oculto en encontrar el sosiego. El desorden, en |
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La obra, al primer vista, es un caos en forma de pinceladas. La obra, a |
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Anaranjados rabiosos, azules sombríos y verdes tenues cobran el lienzo como si fuera una manta de seguridad. Anaranjados rabiosos, azules sombríos y verdes tenues c |
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A la derecha del imagen, las figuras divinas nos muestran su majestad. A la derecha de |
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¿Cómo se puede hallar la tranquilidad entre las oleadas de una incertidumbre que grita en el silencio? This sentence has been marked as perfect! |
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La respuesta se encuentra en la pregunta: seremos náufragos atormentado por nuestra propia sombra hasta que aterricemos en una orilla con una canción más placentera. La respuesta se encuentra en la pregunta: seremos náufragos atormentados por nuestra propia sombra hasta que aterricemos en una orilla con una canción más placentera. |
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Por lo tanto, los espíritus no son meros espíritus sino ángeles guardians por el viaje que acabamos embarcar. Por lo tanto, los espíritus no son meros espíritus sino ángeles guardianes por el viaje en el que nos acabamos de embarcar. |
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Lo viejo, lo nuevo, lo perdido es nuestro pasado, presente y futuro. This sentence has been marked as perfect! |
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Por este fin, tenemos un comienzo, un medio y un fin, una historia contada por los visuales provocantes de la obra. This sentence has been marked as perfect! |
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Sumergirse es hundirse en la obra, un bautismo tanto para los ojos como el alma, permitiéndose a transcender lo concreto, lo literal, lo obvio por lo no dicho. Sumergirse es hundirse en la obra, un bautismo tanto para los ojos como el alma, permitiéndose |
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Y en el lecho de lo no dicho, las formas indistintas empiezan a descifrarnos el mensaje principal de la obra: la cura se encuentra en la locura y en el caos, yace una calma inigualable para aquellos que se atrevan a enterrarse con ella. This sentence has been marked as perfect! |
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